Historia de la Planificación Agropecuaria Regional. Enfasis en el Suroeste
> Por: Ingeniero. Agrónomo. José A. Moreta - 2015-04-11
CONTEXTO NACIONAL.
En el área de la planificación del desarrollo económico y social en la República Dominicana se pueden destacar claramente diferenciados, al menos, cuatro períodos más o menos definidos. Un primer período corresponde a los años anteriores al 1962, durante los cuales no contamos con organismo alguno de planificación, ni las condiciones técnicas y sociales que permitieran el inicio de un proceso de planificación.
El período comprendido entre 1962-1965 se caracterizó por la inestabilidad socio-política lo que impidió que se llevara a cabo alguna acción de importancia en esta área. Es en éste espacio de tiempo que se crea la Junta Nacional de Planificación y Coordinación, primer organismo orientado a la planificación amparado en la ley No.5788 del 9 de enero de 1962 que sólo contemplaba un organismo central, sin la creación de los respectivos organismos regionales, sectoriales e institucionales necesarios para desarrollar un verdadero proceso de planificación.
El período comprendido en los años 1965- 1976, en cuyo inicio se promulgó la Ley No. 55 del 22 de noviembre de 1965, durante el gobierno provisional del Dr. Héctor García Godoy marcó el primer paso en sistematizar la formulación y ejecución de la política socioeconómica en el sector público mediante el establecimiento de un Sistema Nacional de Planificación, que creó la base legal de la estructura institucional, pero sin lograr alcances de importancia en la planificación.
Es en el 1978 que se inicia el período reforzamiento de la estructura institucional y a partir del cual se alcanzaron progresos significativos en la planificación del desarrollo económico y social.
CONTEXTO REGIONAL.
En el contexto antes mencionado y en pos de tener una estructura organizacional de la planificación, se realizaron acciones para su regionalización creando las unidades de planificación a nivel regional y nacional. Así, el 3 enero de 1976 se crea en el sector público agropecuario de la República Dominicana, mediante el decreto presidencial No.1610, la Subsecretaria Técnica de Planificación Sectorial Agropecuaria, dependencia de la Secretaria de Estado de Agricultura (SEA), hoy Ministerio de Agricultura. No obstante, ya en 1975 se había iniciado el proceso de planificación agropecuaria regional con la creación de las Unidades Regionales de Planificación y Economía (URPE), cuya idea original era de formar a nivel regional dos Unidades independientes la cual no llegó a concretizarse : la Unidad de Planificación y la Unidad de Economía, idea que luego se refundió en una sola Unidad con el nombre mencionado. El accionar de estas estructuras regionales vino a producir un importante cambio cualitativo en el desarrollo y ejecución de las actividades agropecuarias, expresado en el manejo de la información y datos estadísticos, en la formulación, conducción y ejecución de planes, programas y proyectos de la agropecuaria regional y nacional. Esta “reforma” estructural de la institución rectora del sector público agropecuario, marcó el antes y después de la planificación agropecuaria en todo el territorio nacional.
En ese contexto, la SEA crea siete (7) oficinas de URPE en igual número de regionales agropecuarias que funcionaban hasta entonces en el país. Pasado el tiempo se creó la octava Unidad Regional de Planificación y Economía en la Regional Agropecuaria Norcentral, en la provincia La Vega. Estas unidades se ubicaron desde el principio en la sede del municipio principal cabecera que conforman las regionales agropecuarias en las provincias donde funcionan.
Es con las URPE cuando se inicia, en el sector agropecuario, con un mejor criterio técnico/profesional el levantamiento, análisis y sistematización de los datos e informaciones estadísticas, utilizando los métodos más apropiados; se elaboran los planes, programas y proyectos regionales, utilizando datos estadísticos más confiables y se hace posible llevar a los productores una asistencia técnica más consciente y efectiva, a la luz del uso de datos e informaciones con mayor nivel de confiabilidad en la planificación y administración rural regional. Hasta el año 1976 los planes, programas y proyectos agropecuarios, no eran elaborados y sustentados por un cuerpo profesional calificado que diera sistematicidad a la planificación, ejecución y seguimiento de las acciones programadas.
La nueva Unidad creada a nivel nacional en 1975 fue integrada por un Encargado de Unidad y cuatro (4) Secciones, a saber: de Análisis Regional; Formulación y Evaluación de Proyectos; de Mercadeo Agrícola y; de Administración Rural y Estadísticas. Para desempeñar esas plazas técnicas fue escogido un equipo de técnicos para cada Unidad Regional de todo el país, conformado por profesionales de la ingeniería agronómica y la economía , quienes fueron sometidos a un riguroso proceso de selección y de entrenamiento técnico, previo a asumir las funciones y tareas que se les encomendaba en la recién creada estructura.
Cabe destacar que el primer cuerpo técnico que desde el principio conformó la estructura de las URPE en las regionales y que salieron de ese especial entrenamiento, estuvo integrado por, al menos, siete técnicos básicos por Unidad a nivel nacional. Los encargados pioneros de esas Unidades fueron el Economista Fausto Grisanty Mena, Regional Agropecuaria Norte, en Santiago; Ingeniero Agrónomo Germán Scarfullery Vargas, Regional Agropecuaria Nordeste, en San Francisco de Macorís; Ingeniero Agrónomo Adón Ferreira Vásquez, Regional Agropecuaria Noroeste, en Mao, Valverde; Ingeniero Agrónomo Henry Guerrero , Regional Agropecuaria Central, en Bani; Ingeniero Agrónomo Eddy Bienvenido Terrero Sánchez, Regional Suroeste, en San Juan de la Maguana; Ingeniero Agrónomo Donato Vásquez, Regional Agropecuaria Sur, en Barahona; e Ingeniero Agrónomo Luis Milcíades Gómez, Regional Agropecuaria Este, en Higuey. Más tarde fue creada la octava Regional Agropecuaria Norcentral, en La Vega y designado su primer encargado de URPE que lo fue el Ingeniero Agrónomo Miguel Peralta Concepción.
Al tiempo que se conformó ese primer equipo técnico para crear las URPE en todo el ámbito nacional, también se escogió otro equipo de profesionales de la ingeniería agronómica que se encargó de la recién creada Sección de Administración Rural y Estadísticas en la estructura de dichas unidades regionales. Para esto, se organizó, a inicios del 1976, un curso especializado sobre “Administración Rural” dirigido por una reconocida autoridad internacional en la materia, el puertorriqueño Dr. Humberto Sosa, llevado a cabo en “Haras Nacionales”, ubicado en Villa Mella. Para participar en este entrenamiento fueron previamente seleccionados cerca de 40 ingenieros agrónomos, quienes se constituyeron en los pioneros de dicha especialidad destacados en las Regionales Agropecuarias existentes, con lo que se completaba así el cuerpo técnico de las URPE.
Cabe destacar que salidos del especial entrenamiento, fueron designados como Encargados de Secciones de Administración Rural a nivel nacional al Ingeniero Agrónomo Tulio Familia en la URPE Norte en Santiago; Ingeniero Agrónomo José A. Novas en la URPE Nordeste en San Francisco de Macorís ; Ingeniero Agrónomo Tomás Colón en la URPE Noroeste en Mao/Valverde; Ingeniero Agrónomo Marcos César Justo en la URPE Central en Bani; Ingeniero Agrónomo Eddy Bienvenido Terrero Sánchez, en la URPE Suroeste en San Juan; Ingeniero Agrónomo Humberto Báez en la URPE Sur en Barahona; Ingeniero Agrónomo Luis Milcíades Gómez en la URPE Este en Higuey (estos dos últimos técnicos desempeñaron, por breve tiempo, los puestos de Encargados de Sección de administración Rural, adicional al de encargados de URPE en sus respectivas localidades) . Esta estructura técnica se ramificaba a las diferentes zonas agropecuarias regionales cuyas plazas la ocuparon ingenieros agrónomos que recibieron también dicho entrenamiento en Administración Rural.
Es de rigor destacar en honor al debido reconocimiento, que el equipo técnico que se había estructurado en el ámbito regional y nacional, en breve se constituyo en una elite que produjo frutos tangibles en la planificación agropecuaria. Esa estructura de planificación produjo en breve tiempo los cambios cualitativos y técnicos esperados para beneficio de la agropecuaria regional y nacional.
Se destaca de manera particular, que en la URPE-Suroeste el cuerpo técnico pionero estuvo integrado por los calificados profesionales Ingeniero Agrónomo Eddy Bienvenido Terrero Sánchez, Encargado de la Unidad; Licda. en Economía Miriam Del Pilar González Feliz, Encargada de la Sección de Análisis Regional; los Ingenieros Agrónomos Máximo Andrés Cabral Mercado y Julio Ranulfo Merette Suriel, Encargados de la Sección Formulación y Evaluación de Proyectos y; el Lic. en Economía Kirsys Benigno Peguero Guerrero, Encargado de la Sección de Mercadeo Agrícola. Se integró también a este equipo luego del mencionado entrenamiento, el Ingeniero Agrónomo José Augusto Moreta Pérez como Encargado Zonal de Administración Rural y Estadísticas, quien poco después pasaría a dirigir el equipo de Administración Rural como Encargado de la Sección. Posteriormente, ingresaron a la Unidad el estadístico Guillermo de la Rosa y un cuerpo de tres Informadores de Mercados que tenían la misión de colectar los precios de los productos agropecuarios en los mercados de la región.
Es preciso anotar también, que es en este marco de la planificación regional que surgen, cerca de dos años más tarde, los Centros de Servicios Rurales Integrados (CENSERI), como respuesta a la gran necesidad que confrontaban los agricultores en aspectos de comercialización , precios de insumos, entre otros . Todavía son materias pendientes disponer de precios razonables de los insumos agrícolas para la producción y mejorar el sistema de comercialización que les permitiera a su vez mejorar los niveles de ingresos y competitividad. Se implementaron también, programas de Fincas de Comprobación Económica y Registros de Fincas que mostraban y enseñaban al productor pequeño y mediano, principalmente, a llevar las anotaciones o registros de las actividades técnicas y gastos en finca. Estas experiencias, si bien fueron fructíferas, su permanencia en el tiempo fue efímera ya que su horizonte temporal estuvo limitado a poco más de una administración gubernamental.
No obstante, se recuerda, como ocurre en toda actividad humana, este equipo de profesionales fue, en ese momento, hostilizado, criticado y calificados de “teóricos” por aquellos que siempre se resisten a los cambios y las transformaciones que dialécticamente se producen en las instituciones y a los que hay que estar abiertos y receptivos en todo momento. Esta situación hostil, por parte de los técnicos que se apegaban al status quo y a viejos paradigmas cambió rápidamente, con la misma rapidez con que se iban obteniendo resultados tangibles en las actividades de planificación regional desplegadas por el equipo técnico, en los trabajos y tareas encomendadas que implicaban la planificación regional.
Hay que decir que con el paso del tiempo, la estructura técnica de la Unidades Regionales de Planificación y Economía (URPE) a nivel nacional fue perdiendo, lamentablemente, su esencia y fortaleza técnica. Esto le ha impedido seguir llevando a cabo el mandato que les dio origen para ejecutar sus tareas. En la actualidad no se mantienen los requeridos estándares técnicos de selección del personal que se mantuvo hasta el final de los años ‘80, que fue especialmente cuidado por las autoridades centrales, que también fueron celosas hasta entonces, de que las URPE no fueran permeadas por la actividad politiquera en cada región. En la actualidad los datos estadísticos e informaciones que son básicos en la planificación y en la toma de decisiones, no son levantados en las regiones agropecuarias con la metodología, análisis y certidumbre necesarios. Sobre esto último se debe poner especial atención.
Es preciso pues, que las autoridades retomen el fortalecimiento institucional y técnico de las URPE, para que vuelvan a realizar el hermoso rol que tuvieron desde el principio y puedan continuar desarrollando con el nivel requerido, los propósitos que les dieron origen desde su creación. Más aún ahora que la actividad agropecuaria nacional, necesita producir más y mejores alimentos para el consumo interno y la exportación, que contribuyan con la seguridad alimentaria nacional y global. Rescatar del abandono y fortalecer las estructuras técnicas de planificación en las ocho (8) Regionales Agropecuarias del país debe ser un propósito inmediato de las autoridades agropecuarias.
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